LILIANA MARESCA

Combinando fotografía, performance e instalaciones, la artista argentina Liliana Maresca (1951–1994) explora las posibilidades del cuerpo femenino. Nacida en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, Maresca fue influenciada por los movimientos neo-Dadá y estudió cerámica, pintura y diseño con diferentes artistas.
En una serie de fotografías tomadas en 1983 por su amigo Marcos López, su cuerpo desnudo es presentado en asociación con objetos, tales como un corsé metálico, que parecen pensar a tráves del cuerpo femenino los problemas de la objetivación, ambigüedad, sumisión, erotismo, apatía y engaño. En esta serie fotográfica, Maresca cuestiona la seductora y muchas veces opresiva influencia de los medios masivos sobre nuestras identidades individuales y colectivas.
El deseo sexual y la dominación, la fabricación de la identidad propia como engaño masivo, se cuentan entre los temas inquietantes que yacen tras el arte de Maresca. Éste se relaciona de manera inextricable con el contexto de vida clandestina durante la dictadura. El alza de la pobreza, el despliegue del SIDA, y la consiguiente transición desde gobierno militar a gobierno civil, son algunas de las dimensiones que se relacionan con su obra. En Argentina, a la vez que en otros países latinoamericanos como Chile y Perú, el cuerpo desnudo y “abyecto” han sido temas recurrentes en el arte. También han constituido una forma relevante de manifestación política.
Como señala Ana Longoni, en el periodo histórico entre los 70 y 90, la relación entre arte y política “está marcada por la derrota de los proyectos emancipadores y el cierre de un horizonte de expectativas que consideraba las transformaciones revolucionarias como inminentes e inevitables”. En este contexto latinoamericano, “la acción política se reinventó en nuevos términos”, emergiendo frecuentemente “desde la precariedad, la falta de recursos, y a menudo la ausencia de cualquier tipo de apoyo de partidos o instituciones. El cuerpo desnudo, indefenso, aparece entonces como el medio privilegiado para aquellas nuevas formas de fundir el arte y la política” (2014: 14).
